¿Estamos bien en seguridad de la información? Sólo el 45% del tejido empresarial posee una estrategia de riesgo y resolución de incidentes de la información.
Sólo un 6% de las entidades dispone de un sistema eficiente de seguridad. No obstante, y para más «inri» el 58% de las empresas españolas (entre las que estarán muchas de las antes mencionadas en el 45% y 6% de «dejados» que no cumplen con sus necesidades de seguridad no haría negocios con otra compañía que hubiera sufrido una brecha de datos, y que no supervisa su eficacia en seguridad de la información.
Es la fiel imagen de la famosa frase «a dios rogando y con el mazo dando», yo no cumplo, pero me gusta que los demás cumplan, es más si sé que incumplen, pues prefiero no tenerlos a mi lado.
Y ya no es que no cumplan con la renombrada Ley de Protección de Datos (LOPD, LPD) sino que les da lo mismo que se les vaya «al carajo» el sistema de información, y dejar sin servicio a sus clientes, y desatender las necesidades de sus empleados, y hacer regresar a sus proveedores por un fallo informático (o documental) que podría haber sido solventado previamente con una nimia inversión económica, estructural y formativa. Digo nimia en comparación con las cuantiosas pérdidas que pueden acarrear los «parones informáticos» hoy en día para cualesquier entidad que opere en estos mercados tan competitivos.
Desde aquí, animamos a los empresarios diligentes, a que se pongan manos a la obra en mejorar y dotar de medios a los trabajadores de sus empresas para evitar sustos y errores que a corto, medio y largo plazo siempre suponen un daño de imagen y de economía. No sólo hay que cumplir con «un cinco» la Ley, sino que hay que tener confianza en nuestros sistemas de salvaguarda de activos.