La LOPD (Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos) se actualiza respecto a la privacidad de la información personal para garantizar los derechos digitales.
Gracias al Reglamento General de Protección de Datos, los usuarios y ciudadanos se han concienciado sobre sus datos personales y privados ya que esta normativa se centra en que la información se trate de la forma correcta. A través de controles de protección de datos, se supervisa que todas las empresas aseguren la implementación del Reglamento Europeo.
Para aclarar ciertos puntos que pueden no estar claro, la actualización de la LOPD de 1999 se centra en algunas cuestiones como la transparencia e información o el método de información por capas. El responsable del tratamiento de los datos tendrá que ofrecer al usuario, de una manera accesible y clara, toda la información al tratamiento que se realizará.
Las normativas que se establecen tanto en la LOPD GDD como en el RGPD se amplían con la actualización de 2018, ya que se tratan aspectos como la privacidad de los entornos laborales, aportando soluciones a problemas como el derecho de portabilidad, la videovigilancia, la fatiga informática y la desconexión digital.
Para poder garantizar plenamente todas estas cuestiones, y verificar que tanto en entidades públicas como privadas se cumplen los principios de la responsabilidad proactiva, el Esquema Nacional de Seguridad servirá de guía para estas nuevas normativas.