La seguridad en nuestros hogares es una prioridad fundamental. No obstante, hay que tener en cuenta ciertas leyes y regulaciones antes de tomar cualquier medida de seguridad, como instalar una mirilla digital.
Hace poco, un caso en España captó la atención mediática; la Agencia Española de Protección de Datos (AEDP) multó a un vecino con 300 euros por instalar una mirilla digital sin el consentimiento de su comunidad de vecinos. ¿Qué implicaciones legales existen alrededor de este tema? Aquí lo analizamos.
Un vecino de una comunidad instaló una mirilla digital en la puerta de su casa. Este dispositivo tenía la capacidad de grabar el rellano y la puerta del vecino con el que comparte descansillo. Tras no recibir respuesta a un burofax solicitando la retirada del dispositivo, se puso en marcha un procedimiento a través de la AEDP. Al final, el vecino fue multado con 300 euros. El motivo de esta multa se basa en varias leyes y reglamentos que se centran en la protección de datos personales.
El RGPD establece que la imagen física de una persona es un dato personal. Cualquier imagen generada por un sistema de cámaras, como una mirilla digital, se considera un dato de carácter personal. Así, la grabación de imágenes sin consentimiento explícito es una violación de este reglamento.
El artículo 22 de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, permite el uso de cámaras con fines de seguridad. Sin embargo, no se pueden obtener imágenes de espacios privados de terceros ni de espacios públicos sin una causa justificada.
Según el artículo 17.3 de la Ley de Propiedad Horizontal, la instalación de dispositivos de videovigilancia en comunidades de propietarios debe contar con la autorización de la comunidad, especialmente si se instalan en zonas comunes. Para obtener esta autorización, la propuesta debe ser aprobada por tres quintas partes de los votos en una junta de vecinos.
Dada la complejidad de las leyes y reglamentos relacionados con la protección de datos y la privacidad, es crucial ser consciente de las restricciones antes de instalar cualquier dispositivo de seguridad en tu hogar.
Las mirillas digitales, que a menudo vienen con capacidades de grabación y almacenamiento, capturan datos personales y, por lo tanto, están sujetas a estrictas regulaciones. No es tan sencillo como instalar una y olvidarse del asunto; más bien, se requiere el consentimiento de la comunidad de vecinos si vives en una.
Este consentimiento generalmente se obtiene presentando una propuesta durante una junta de vecinos y esperando su aprobación. Sin embargo, si el proceso burocrático te resulta frustrante, hay alternativas más sencillas y legales disponibles. Por ejemplo, los sistemas de seguridad que sólo graban el interior de tu propiedad son generalmente aceptables siempre que no capturen imágenes o datos fuera de tu espacio privado.
La seguridad es una necesidad, pero debe ser abordada de manera que respete las leyes y la privacidad de los demás. Antes de instalar una mirilla digital u otros sistemas de seguridad en tu hogar, asegúrate de conocer todas las implicaciones legales que esto conlleva. Además, el mejor enfoque es siempre estar informado y actuar de acuerdo con la ley.
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